E D I C I Ó N - N ° 207 - JULIO - 2 0 2 3

 

 

 

 

A nadie le gusta documentar (pero nuestro futuro depende de ello)
Javier Martínez Aldanondo
Socio Cultura de Aprendizaje en Knowledge Works
javier@kworks.cl y javier.martinez@knoco.com

www.javiermartinezaldanondo.com

Twitter: @javitomar – Instagram: @javiermartinezaldanondo

 

“El rey de la noche quiere borrar el mundo y yo soy su memoria“

“Eso es la muerte. Olvidar. Si olvidamos donde hemos estado y qué hemos hecho ya no somos hombres” (Juego de Tronos, temporada 8)

 

Todo lo que hay en internet existe gracias a que alguien previamente hizo un ejercicio de “sistematizar” lo que tenía en su cerebro. Aunque para ti es transparente, todo lo que lees, lo que escuchas y lo que ves a través de cualquier dispositivo se explica porque ha sido capturado y documentado para que lo tengas a tu disposición. Sin embargo, cuando pregunto en una organización, a quién le apasiona documentar, poquísima gente levanta la mano. Dedicar tiempo a registrar lo que se ha hecho es una actividad aburrida, difícil (prueben a reflejar por escrito una experiencia) e ingrata (los que más se benefician son terceros). Además, las empresas no le dan ningún valor. Nadie deja de cobrar su sueldo si no sistematiza los aprendizajes de su trabajo, pero ¡ay! si no rindes los gastos...

Los noruegos tienen el dicho “Si quieres saber hacia dónde vas, tienes que saber de dónde vienes”. Igual que comprendemos la historia de la humanidad a partir de las huellas que hemos ido dejando, el futuro depende de nuestra habilidad para registrar lo que aprendamos y utilizarlo. Gestionar el conocimiento es barato porque implica reutilizar algo que ya existe. Mientras que aprender es caro porque obliga a crear algo nuevo y eso nos lleva al futuro. Al ritmo al que cambian las cosas, una empresa que no aprende desaparece y no hay aprendizaje organizacional sin reflexión, sistematización y difusión.

 

Un aviso antes de continuar: Usaré capturar, registrar, documentar y sistematizar como sinónimos y Chat GPT como representante de las inteligencias artificiales generativas.

 

1. ¿En qué consiste documentar? En dejar constancia de una realidad (hechos, opiniones experiencias) o una ficción (idea, sueño, preocupación) en algún formato que permita reutilizarlo. Como las personas nos pasamos el día decidiendo y actuando, la cantidad de huellas potencialmente documentables que generamos es infinita. Un criterio a la hora de decidir si merece la pena registrar algo es: ¿será factible que lo reutilicemos en el futuro o es algo que difícilmente volverá a presentarse de nuevo?

 

2. ¿Por qué es importante documentar? ¿Qué pasa si no lo hacemos? “El que no recuerda la historia, está condenado a repetirla” es la frase del filósofo George Santayana que da la bienvenida a los visitantes del campo de concentración de Auschwitz. Si no registramos la vida, corremos el riesgo de olvidar y no aprender. La consecuencia es que la próxima vez no lo podremos reutilizar, nos exponemos a repetir errores y tendremos que aprender de nuevo. Ese colmo de la ineficiencia se denomina “reinventar la rueda”.

 

Miremos un momento hacia atrás: Dado que no contamos con fotos o vídeos de nuestros antepasados primitivos ni de las civilizaciones antiguas, los historiadores, antropólogos y arqueólogos tienen que realizar una labor detectivesca para reconstruir el pasado con los vestigios que encuentran.

Si no documentas, bien porque no existen los medios o porque no lo consideras necesario, dependes de estar físicamente en el lugar donde suceden los acontecimientos y de tener una memoria prodigiosa. Ambos casos suponen un desafío enorme. Por un lado, hemos progresado gracias a la “ubicuidad” que nos facilita la tecnología para aprovecharnos de lo que aprendieron y dejaron registrado las generaciones previas. Newton decía que “estamos subidos sobre los hombros de gigantes”. Si toda la transmisión del conocimiento humano hubiese sido oral, no habríamos llegado donde estamos. Por otro lado, la memoria con el tiempo no mejora, sino que empeora. Y para una organización resulta muy peligroso que el conocimiento se concentre únicamente en el cerebro de las personas. En el momento que estás abandonan la empresa, se llevan lo que saben y dejan huérfana a la organización.

 

Miremos ahora hacia adelante: Para predecir lo que ocurrirá, las personas utilizamos nuestro pasado: miramos primero hacia atrás, hacia lo que sabemos. Los datos son el alimento de la IA. No hay Inteligencia Artificial (IA) sin datos. La mayor parte de la inversión para desarrollar Chat GPT ha consistido en entrenarlo con toda la información disponible en internet hasta 2021. Documentar se vuelve entonces un proceso crítico porque para que GPT te responda cuando le preguntas, tiene que echar mano de lo que sabe. Y si está “vacío”, no te puede devolver nada. Para darte una respuesta, la IA necesita encontrar patrones y para eso requiere cantidades enormes de datos. Para tener datos hay que sistematizar la realidad. Hubo que alimentar GPT con datos que previamente se tuvieron que capturar. Los datos son siempre extractos del pasado. Algunos de esos datos surgen directamente desde la fuente (máquina, proceso, sensor) sin necesidad de intervención humana y al ser elementos explícitos, son fáciles de empaquetar. Sin embargo, los datos verdaderamente valiosos son los tácitos que derivan de la experiencia y comportamiento de las personas que, como veremos, son más difíciles de registrar.

Durante las últimas décadas hemos hecho un trabajo titánico de digitalizar la realidad, de transformar lo tangible en intangible (los datos son un intangible por antonomasia). Estamos convirtiendo átomos en bits para así poder distribuirlos y reutilizarlos de manera mucho más eficiente. Si antes querías ver la final de un mundial de futbol, tenías que estar físicamente en el estadio. La promesa que nos hace la IA es facilitarnos una plataforma que permite no empezar nada desde cero ni tampoco desde lo que cada uno de nosotros sabemos, sino que nos entrega un “borrador del conocimiento colectivo que ya existe”. Cuando le pides algo a GPT, lo que te entrega lo construye desde lo que sabemos todos, pero su materia prima es conocimiento explicito. Esto es, responde desde lo que le hemos “introducido” y hasta ahora hemos sistematizado lo que es fácil pero también lo menos valioso.

 

3. ¿Qué pasa en el mundo de la empresa? Escrito hace 12 años, el articulo “Por qué el software se está comiendo el mundo” ha resultado profético. Hoy existe consenso acerca de que toda empresa es una empresa de software. Por eso llama la atención que en plena fiebre de big data, con los directivos proclamando que los datos son el nuevo petróleo y la llave del futuro, las organizaciones apenas documenten sus aprendizajes. Para una empresa que quiera tomar decisiones basadas en datos, los más valiosos son los que se producen como resultado de operar el negocio de la empresa. Por ejemplo, sistematizar es un paso imprescindible para la automatización. Automatizar consiste en convertir conocimiento en instrucciones que entienda una máquina para hacer la tarea que hace una persona. Pero si no documentas… Hace 8 años, Toni Nadal, entrenador de Rafael Nadal explicaba lo que hizo la misma noche en que celebraron el primer Grand Slam de su sobrino: “Cogí la libretita y el bolígrafo con el logo del hotel y me dispuse a anotar de forma esquemática y por puntos los fallos cometidos durante el torneo, los aspectos que teníamos que mejorar a partir del próximo entrenamiento”.

Cualquier empresa que aspire a sobrevivir necesita documentar su actividad con el objetivo

de poder analizarla para sacar conclusiones que le permitan decidir y actuar hacia el futuro. Un aspecto fundamental es que lo importante no es lo que se registra sino el conocimiento del proceso que permite realizar el análisis. Por ejemplo, mi amigo Sama confiesa que la actividad del post partido es la biblia de su ciclo de trabajo. Dedica horas al análisis de los videos y estadísticas del partido recién terminado, pero es su conocimiento del juego el que le permite priorizar las decisiones y las acciones a implementar en los siguientes entrenamientos y partidos.

 

Ahora bien, en las organizaciones ya se producen cantidades enormes de documentos (informes, estudios, propuestas, procedimientos, normas, etc). Sin embargo, muy pocos documentos contienen conocimiento. Para capturar los aprendizajes que suceden a diario y empaquetarlos como conocimiento que pueda ser transferido y reutilizado en el tiempo y el espacio, es imprescindible tener en cuenta la siguiente distinción. Un documento contiene información cuando recoge un QUÉ. Un documento incluye conocimiento cuando además incluye el CÓMO, el POR QUÉ, el QUÉ HARÍAMOS DISTINTO la próxima vez (recomendaciones), se elabora pensando en el DESTINATARIO al que va dirigido y recoge también el CONTEXTO (historias). Un documento entonces contiene conocimiento cuando nos permite decidir o actuar sobre algo que antes no podíamos. Transferir documentos no es sinónimo de transferir conocimiento. Tenemos que diferenciar entre dejar rastro de lo que se va haciendo para tener una cierta trazabilidad y crear “activos de conocimiento” que permitan el aprendizaje de terceros. Durante años, al finalizar cada temporada Sama recogía en un informe de 600 páginas los principales elementos que servían como base al equipo técnico para realizar un análisis sosegado y planificar la siguiente campaña.

 

¿Y cómo documentar un intangible tan esquivo como el conocimiento? La captura se inicia siempre con un proceso de reflexión sobre lo que ha sucedido, primero individual y después colectiva. La clave estriba en hacerse las preguntas adecuadas: 1. Qué objetivos teníamos, 2. Qué resultados obtuvimos, 3. Qué diferencias se han producido y por qué y 4. Qué cambiaremos para la próxima vez. Hoy contamos con herramientas que permiten capturar con mucha mayor riqueza que antes, cuando el proceso artesanal producía una mayoría de documentos basados en texto. Aun así, resulta complejo capturar el contexto, la intención, las inferencias, las emociones, lo que no se dice y todos los elementos subjetivos que rodean una experiencia. Por eso documentar es un proceso que requiere tiempo y exhaustividad. La buena noticia es que la IA nos ofrece cada vez más herramientas, procesos, metodologías y tecnologías que recogen el máximo de la experiencia vía voz, video, imágenes, etc y lo convierten a formatos que sean fáciles de encontrar y sobre todo, de reutilizar. El futuro pasa por trabajar mientras la IA realiza la captura por nosotros.

 

Ojo porque documentar no sale gratis: toma tiempo y energía y, además, lo que sistematizamos se desactualiza (caduca). Aun así, por más que nos guste proclamar que vivimos en un mundo complejo, incierto y que cambia muy rápido, las empresas hacen trabajo repetitivo: un martes y un miércoles se parecen en un 99% y lo mismo ocurre entre el miércoles y el jueves. Por tanto, y aunque sea insuficiente, no tenemos nada mejor que nuestro pasado para predecir. Además, estamos condicionados por nuestro modelo mental. No vemos el mundo como es sino como somos. Resulta muy difícil inventar lo que no existe porque nuestra historia (que nos mantiene a salvo de los peligros), al mismo tiempo nos restringe y condiciona. Por eso se habla de pensar fuera de la caja. Para superar ese corsé de lo que sabemos, hacen falta habilidades que nunca fomentamos ni enseñamos:

·       Para Predecir (inventar escenarios futuros) la clave son la Curiosidad y la Imaginación para hacerle buenas preguntas al futuro

·       Para Anticipar (prepararnos para los escenarios) es fundamental la Creatividad y Experimentación porque hay que crear conocimiento nuevo. No nos alcanza con el conocimiento de los expertos, sino que se requerirá mucho experimento, se producirán muchos errores y habrá mucho que aprender y registrar

·       Para Cambiar (cuando los escenarios no resulten cómo esperábamos) son fundamentales el Aprendizaje ágil y la Actitud

 

Conclusiones

Nadie ha creado el presente ignorando el pasado. Es todo lo que tenemos. Sin aprendizaje no hay inteligencia. Es vital asegurarse de que cada innovación deje aprendizajes para mejorar. Para aprender de tu propia historia tienes que haberla registrado antes. La NASA publica la página “Mi mejor error” donde sus colaboradores transparentan los errores que cometen. Si vivimos en un mundo repetitivo, es importante saber cómo hemos llegado hasta aquí y por qué somos como somos ya que nos puede ayudar a anticipar lo que vendrá. Para proponer cualquier innovación, necesitas conocer en detalle el conocimiento ya existente. Los humanos hemos sido históricamente torpes a la hora de acceder y procesar el conocimiento explícito, por falta de tecnología y por limitaciones biológicas. La IA nos hace el trabajo sucio de mapear ese conocimiento de forma que nadie tenga que resolver problemas que ya están resueltos. Sin conocimiento previo la IA no funciona, así de importante es el conocimiento. Como mencionamos, el conocimiento más crítico es a su vez el más difícil de sistematizar. La buena noticia es que el esfuerzo de documentar recaerá en la IA. Si Chat GPT es útil para una empresa, entonces la gestión del conocimiento tiene todo el sentido de mundo. La alerta consiste en que la mayor parte de los contenidos que se van a generar también vendrán de la IA…

Lo poco que nos gusta documentar y lo mucho que depende nuestro futuro de ello.

 

El 8 y el 22 de agosto, en Cadabra la magia de aprender, dentro de Abra Laboratorio de Aprendizaje realizaremos las sesiones sobre “Como diseñar un programa de aprendizaje efectivo con Sergio Slipczuk yHacia dónde va la educación (2) con Aitor Uriondo del Liceo Axular.

El 17 de agosto en Santiago impartiremos la conferencia “Aprender del error” para Megamedia.

El 23 de agosto en Bogotá impartiremos la conferencia Hacia un mundo de organizaciones inteligentes” para Pepsico.

El 30 de agosto impartiremos la conferencia virtual “Conocimiento crítico” para los clientes de Mutual de Seguridad de la mano de Abra Laboratorio de Aprendizaje.

El 8 de septiembre en Santiago impartiremos la conferencia “Hacia un mundo de organizaciones más inteligentes” en el marco del congreso IPAF cono sur.

El 13 de septiembre en Buenos Aires impartiremos la conferencia “Hacia un mundo de organizaciones más inteligentes” en el marco del Forum “Inspirando Futuro” organizado por Cirion Technologies.

 

 

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