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¿Por qué todo lo que hemos conocido va a sufrir una transformación
radical y nos abocamos a un cambio de paradigma como nunca vimos antes?
Hemos disfrutado del monopolio de la creación y utilización del
conocimiento ya que la máquina más perfecta para producir inteligencia nos
pertenecía: el cerebro. Pero en el momento en que la Inteligencia
Artificial es capaz de automatizar y reutilizar conocimiento que le hemos
entregado y además fabrica inteligencia, perdemos esa exclusividad. Hasta
hoy, todo dependía de nosotros excepto lo provocado por la naturaleza. A
partir de la IA, existe un nuevo “actor” (creado por nosotros) con
capacidad para hacer casi todo lo que hacemos, en muchos casos mejor y más
rápido.
El Director adjunto del Barcelona Supercomputing Center, Pep Martorell, decía recientemente al comienzo del
podcast de El Club de la IA “La humanidad ha llegado hasta aquí
gracias al conocimiento“. El elemento que
permite realizar cualquier tarea o fabricar cualquier producto es el
conocimiento que, como decíamos, siempre fue patrimonio reservado a las
personas. Trabajar consiste en utilizar tu conocimiento
para proveer bienes y servicios que otros compran. Y con ese dinero que
recibes, tú compras los bienes y servicios producidos
por el conocimiento de otras personas. La clave es el
conocimiento ya que, sin él, no puedes trabajar. Yo no puedo proveer
productos ni servicios en el ámbito del tratamiento del cáncer, la energía
nuclear o la asesoría fiscal porque carezco del conocimiento necesario ¿Por
qué la IA puede o podrá, más temprano que tarde, hacer las tareas que
forman parte de tu trabajo y romper ese monopolio que hemos mantenido
durante siglos? Porque cuenta con el conocimiento que le
hemos entregado como resultado de un entrenamiento exhaustivo.
En el caso de los seres
humanos, el proceso de producción de bienes y servicios no es infinitamente
escalable mientras que para la IA podrá serlo (los costes de energía y
materias primas serán muy bajos). Históricamente, siempre estuvimos limitados por
2 factores: la cantidad de conocimiento disponible y el tiempo. Y dado
que el conocimiento ha sido un recurso escaso, eso explica por qué es tan caro. El conocimiento médico, de energía
nuclear o fiscal lo tienen algunas personas que lo “venden” al resto
que no lo tenemos y lo compramos porque lo necesitamos. Ahora bien, la
cantidad de conocimiento que tiene una persona es limitada. En primer
lugar, por cuanto conocimiento puede adquirir (que está en función de lo
que haya sido capaz de aprender a lo largo de su vida). Y en segundo lugar
por cuanto conocimiento puede aplicar en función del tiempo que tiene
disponible ya que debe comer, dormir, descansar los fines de semana,
tomarse vacaciones, jubilarse, etc. Sin embargo, esas restricciones
desaparecen con la IA porque en esencia, fabrica conocimiento sin descanso.
La cantidad de conocimiento médico, nuclear o fiscal que puede adquirir la
IA es todo el existente hasta ese momento en el mundo. A la IA le
entregamos el conocimiento combinado de todas las personas del planeta,
incluso de las que ya murieron (la IA sabe tanto como todos nosotros
juntos). Además, podemos "clonar" de manera inmediata y
casi gratis, tantos millones de IAs con ese mismo conocimiento como
queramos. Y todo ese ejército infinito de IAs puede aplicar ese
conocimiento las 24h del día, 365 días al año sin descanso. La clonación
física la tenemos prohibida pero la digital la realizamos a diario. Todo va
a cambiar porque el recurso más importante de la historia, que fue escaso y
dependiente de individuos, se convertirá en un recurso abundante y
universalmente accesible. Y eso va a disparar las posibilidades de manera
inimaginable... A ese nuevo conocimiento me
gusta bautizarlo como conocimiento digital. Y por eso, nuestra civilización, que está organizada alrededor del
conocimiento, se tambalea.
Si ese escenario de penetración de la IA se
prevé inevitable ¿por qué, aunque el 81% de empresas
consideran estratégica la IA, solo el 13,5% de ellas usan IA,
según la comisaria europea Von der Leyen? Mi experiencia es que los
directivos no saben por
dónde empezar con la IA en sus empresas. Y es que no puedes
entender la IA sin entender primero el conocimiento. Eso explica que la
inmensa mayoría empiezan por la IA (haciendo cursos y comprando licencias)
en lugar de comenzar por el negocio, es decir, por identificar dónde está
su conocimiento critico en primer lugar.
Es imprescindible entender que todo conocimiento es
Inteligenciartificializable. Esto significa que todo lo que hace una
persona, tarde o temprano, en mayor o menor medida, con más o menos
esfuerzo, con más o menos exactitud y facilidad, lo terminará haciendo una
IA (incluyendo robots que ejecutarán tareas manuales). Claro que para que
una máquina ejecute una tarea, antes hemos tenido que capturar el
conocimiento que una persona necesita para hacer esa tarea para después “entrenar”
a la máquina con ese conocimiento. Hasta hace poco, el conocimiento estaba “adherido”
a los individuos, no podíamos extraerlo, procesarlo y organizarlo. Pero con
la IA si podemos. Una vez hemos inteligenciartificializado un conocimiento,
lo podemos multiplicar, combinar, etc. sin restricciones porque no
dependemos de unas pocas personas que lo tienen Os comparto una historia reciente del Director General de una
empresa con clientes en todo el mundo y que está muy preocupado porque hay
conocimiento que solo él atesora, lo que supone un riesgo para el negocio. Este directivo nos decía “no voy a ponerme a
escribir porque ni sé qué escribir ni tengo tiempo, prefiero mil veces que
me grabéis entrevistas y me preguntéis todo lo que queráis”. Todo lo
que sucede, todo lo que hacemos todo el tiempo es susceptible de dejar
rastro. Estamos hablando de trazabilidad, de que dejamos una huella y por
tanto es factible convertirla en datos, en información de algo que ocurrió
en el pasado. Y ya sabemos que los datos son el principal alimento de la IA.
Ese “todo” incluye cada pensamiento, acción,
decisión, idea, conversación, error, acierto, historia, ejemplo,
recomendación, sueño, sugerencia, prueba, gesto… Ahora bien, capturar
esos “rastros” no es obvio. Los más valiosos están en la cabeza de
las personas: lo que piensan, cómo y por qué deciden y actúan de esa
manera, etc. En el caso del director general, podemos cosechar rastros
superficiales (los documentos que haya elaborado o los datos obvios que le
entregan sus herramientas de gestión que no requieren mayor análisis). O
podemos recoger el rastro profundo que son sus conocimientos que ni
siquiera es plenamente consciente de cuales son. Claro, al conversar con
él, esos conocimientos surgen de manera natural porque ya están desde antes
en su cerebro y al hablar de ellos, los iluminamos, los vamos
caracterizando, les ponemos nombre y apellidos. Eso significa que tienes
que decidir, qué rastro es el que quieres recoger para poder planificar el
futuro de la organización. Puedes elegir dejar un rastro superficial o
dejar un rastro profundo. Si todo conocimiento va a ser
inteligenciartificiable ¿entonces por dónde comenzar? La respuesta sencilla
es por tu
conocimiento crítico. El
director general de una empresa industrial que ha comenzado a implementar
la IA me lo confesaba de manera clara “empezamos por nuestro
conocimiento core”, el que sostiene la ventaja competitiva, la razón
por la que te eligen tus clientes. Ese conocimiento tiene algunos rasgos
particulares: generalmente no es muy abundante (se concentra en muy pocas
personas), rara vez está documentado (radica en los cerebros), la empresa
crecería si se incrementa su calidad (saber cada vez más)… Y dado que la IA
fabrica inteligencia, de repente se nos abre una oportunidad de oro e
inédita hasta ahora de inteligenciartificializar ese conocimiento y
gestionarlo a voluntad. En el caso de esta empresa, hoy su IA todavía sabe menos que el especialista
interno que menos sabe, pero en un momento no tan lejano, sabrá más que
todos ellos juntos ¿Qué le falta? El conocimiento que está en las cabezas
de cada especialista…
Nos dirigimos hacia un mundo de organizaciones con el potencial de
ser ilimitadamente inteligentes. Vamos a tener acceso infinito a la
inteligencia ¿A qué esperas para crear una IA con el conocimiento del
negocio, accesible a todos? Por ejemplo, tú empresa tiene algunas
personas con conocimientos críticos que si se pierden el daño sería
incalculable (en algunos casos comprometiendo la supervivencia de la
empresa) ¿Y si esos conocimientos en lugar de pertenecer a pocas personas
lo tuviesen todas? Para eso, tienes que comenzar por identificar
el conocimiento crítico. Y
una vez que lo “digitalizas”, puedes empezar a multiplicarlo. La
moraleja es muy sencilla: necesitas una estrategia de IA impulsada por el
conocimiento y no por los datos.
¿Eso significa que si la IA adquiere todo el conocimiento que tenemos,
saber de algo no tendrá́ valor? ¿Perderá importancia el conocimiento? Más
bien el conocimiento, tal y como lo hemos conocido hasta ahora, cambiará,
pero eso es algo que siempre ha ocurrido, aunque no tan drásticamente. Un
ejemplo: durante siglos, uno de nuestros objetivos fue desplazarnos
(incluyendo objetos o mercancías). Por mucho tiempo dependimos de animales
y diversos medios de transporte y saber de caballos y de herraduras era un
conocimiento valioso. Cuando hace un siglo inventamos el automóvil, el
conocimiento para fabricarlo era rudimentario y los primeros conductores
tenían que saber mecánica para arreglarlos. 100 años después, es importante
saber conducir y otros muchos
conocimientos sobre seguros, peajes, gasolinas, ruedas, etc. pero ya no
sabemos de mecánica. Mañana con la llegada del vehículo autónomo, el
conocimiento volverá́ a cambiar (con la esperanza
de nuestras características más humanas salgan beneficiadas). La IA
está en transición de saber a ser capaz de hacer. Si la IA hace todo lo que
hacemos hoy, habrá conocimiento específico que se devaluará mientras
surgirán otros conocimientos que se volverán críticos. Ante este escenario
hipotético surgen 2 preguntas. La primera es ¿Le queremos poner límites a
la IA? Si lo podrá hacer todo, hay que decidir si queremos entregarnos en
sus brazos o nos queremos reservar algunos conocimientos para nosotros. La
historia nos ha enseñado que quien tiene poder, lo utiliza a su favor. La
segunda es ¿Qué conocimientos seguirán siendo críticos? Yo pongo el foco en
2 de ellos, la capacidad de fijar objetivos y de tomar decisiones. La IA no
es consciente, no sabe lo que sabe y por eso la conciencia la tenemos que
poner los humanos. Ambos conocimientos se pueden descomponer a su vez en
subconocimientos más concretos porque para fijar objetivos se requieren
conocimientos muy sofisticados que exigen entender bien la realidad,
analizar las diferentes alternativas, fijar prioridades…Y tomar decisiones
implica también subconocimientos acerca del objeto sobre el que vas a
decidir, evaluar posibilidades, cómo implementar la decisión, valorar las
consecuencias, etc. Al contrario de lo que mucha gente cree, más IA
nos va a exigir personas más competentes. Y propongo otro ejemplo sencillo.
Imagina que tienes un teléfono simple, que solo sirve para hacer llamadas.
El rango de posibilidades que te entrega el aparato es acotado y por tanto,
el nivel de conocimiento que necesita la persona para utilizarlo también es
muy limitado. Imagina ahora que tienes un smartphone con IA. En este caso,
necesitas una persona con el mayor nivel de conocimiento posible si de
verdad quieres explotar las posibilidades que te entrega el dispositivo.
Por eso, más IA no significa personas más tontas sino mucho más
inteligentes. Y eso tiene varias derivadas, una de ellas es que nos obliga
a repensar qué es importante que las personas sepan y, por ende, que las
personas aprendan (y qué no merece la pena y debiésemos delegar en las
máquinas). Habrá que preguntarse continuamente cuál es el conocimiento
crítico y donde está ¿Seguirá siendo importante enseñar lo que
actualmente forma parte de los curriculums escolares y universitarios? ¿Es
fundamental saber matemáticas o química? ¿Habrá que esforzarse tanto en
aprender a programar? Parece que los tiros irán por otro lado, por aprender
habilidades que durante mucho tiempo han estado arrinconadas: A pensar y
hacer preguntas, a imaginar y crear lo que no existe, a colaborar a
aprender…
Es necesario aceptar que no ha aparecido una nueva inteligencia que
nos llega del espacio, sino que nosotros hemos creado una nueva
inteligencia muy potente pero que funciona de manera muy distinta a la
humana. Por eso sería más justo llamarla Artificial Human Intelligence. La
cuestión es ¿Y por qué no la vamos a utilizar? Imagina un equipo de IAs
trabajando a tu lado, potenciando tu creatividad y mejorando tu desempeño
¿Cómo impactaría en tu rol profesional? Puedes ocupar la IA para
todo. Aunque no te des cuenta, cada cosa que haces responde a la pregunta
de “¿qué tengo que hacer y cómo lo voy a hacer?” De manera inconsciente, directamente ejecutas cada tarea o
acción. Pero antes de ejecutar, siempre podrías preguntarle a la IA acerca
de lo que vas a hacer y que te diga cómo hacerlo. Podrías integrar la IA en
cada acción o decisión que tomas preguntándole “Qué es, cómo se hace,
porqué, que me recomiendas…”
Recuerda: Si te vas a introducir la IA en tu negocio, mejor que te
pille con una buena estrategia de gestión del conocimiento. Tu IA será tan
inteligente como el conocimiento que le entregues en primer lugar...
El 18 de marzo impartiremos la conferencia
"Desarrollar el músculo para sobrevivir" para Laboratorios Chile
También el 18 de marzo en Cadabra la magia de aprender, realizaremos la sesión
"Lecciones aprendidas: cómo hacer un análisis de problemas
potenciales" con Fernando
Gaete
El 19 de marzo comenzamos el curso "Gestión del
conocimiento crítico. Cómo prepararse ante el relevo generacional y la
rotación del personal clave" para la Cámara de Gipuzkoa e Innobasque.
El 21 de marzo en Madrid, de la mano de Glocal Ideas y para un cliente de la
banca, impartiré la conferencia “Tu empresa no puede ser estúpida en el
mundo de la inteligencia artificial”
El 24 de marzo en Santiago de Chile, impartiré la
conferencia “Hacia un mundo de organizaciones más inteligentes” para el
equipo directivo de Papa
Johns, a través de Mutual
de Seguridad.
El 2 de abril
impartiremos el webinar “Intraemprendimiento y mejora continua: Herramientas
para impulsar la innovación operativa y la digitalización en las organizaciones
públicas” para el Ministerio de
Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España.
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