E D I C I Ó N - N ° 195 - JULIO - 2 0 2 2

 

 

 

 

El aprendizaje es personal pero no individual
Javier Martínez Aldanondo
Socio Cultura de Aprendizaje en Knowledge Works
javier@kworks.cl y javier.martinez@knoco.com

www.javiermartinezaldanondo.com

Twitter: @javitomar – Instagram: @javiermartinezaldanondo

 

 

Nadie lo sabe todo, todo el mundo conoce y sabe algo, el conocimiento está en la humanidad” (Pierre Levy).

 

El aprendizaje es colectivo y eso explica que nuestra evolución como seres humanos, haya sido tan diferente del resto de especies. El conocimiento es un acto compartido. Si cada persona tuviese que aprender por su cuenta cada día, apenas podríamos avanzar. Sin embargo, o estoy muy equivocado o estamos ciegos al respecto. Se habla por todas partes de aprendizaje a lo largo de la vida, de itinerarios personalizados, de aprendizaje autodirigido, informal (70 – 20 - 10), de upskilling y reskilling, de mentoring, de integrar el aprendizaje con el trabajo (learn in the flow of work), de desaprender y reaprender, de aprender en cualquier momento y cualquier lugar… pero en ABSOLUTAMENTE TODOS los casos el foco es el individuo. Este encomiable esfuerzo ofrece 477 programas de formación, todos individuales. Inaudito.

 

Cada día estoy más convencido de que el gran tema de nuestro tiempo es la colaboración. Esta misma semana he vivido varias experiencias que me lo confirman: mantuve un intercambio en linkedin con mi amigo Marcelo Lasagna sobre el principal rasgo de la inteligencia de una organización: la interacción entre sus integrantes; impartí 2 conferencias, una presencial y otra virtual, para una multinacional de alimentación cuyos lemas eran “Beyond Connection” y “Together we are stronger” ya que su único objetivo era fortalecer las conexiones entre sus miembros; mantuve una larga conversación con mi amigo y entrenador Sama que me recordaba que el lema del equipo en la temporada recién finalizada (en la que fueron subcampeones de la liga chilena) fue “colaboración”; participé en el lanzamiento de un programa de aprendizaje para los empleados de un banco con el objetivo de facilitar la colaboración… Pero mi intención no es abordar la colaboración (sobre la que he escrito varias veces aquí, aquí, aquí y aquí) sino el aprendizaje que será sobre el futuro, ocurrirá en el lugar de trabajo (no en el aula) y sobre todo, será colectivo.

 

En primer lugar, es necesario comprender que) el aprendizaje es personal e intransferible. Nadie puede aprender por ti igual que nadie puede comer ni dormir por ti. Por tanto, el aprendizaje no se puede delegar ya que sucede en tu cuerpo: son tus neuronas las que establecen las sinapsis cada vez que aprendes algo. Sin embargo, el aprendizaje no termina en el individuo. Podemos aprender solos pero ese proceso es absurdo por lento e ineficiente. Aprendes junto con otros y gracias a otros. Para empezar, si no fuese por los adultos que te reciben cuando naces, no aprenderías algunos de los conocimientos fundamentales para el resto de tu vida como caminar, comer, hablar… Además, todos dependemos de los demás para sobrevivir. Somos seres sociales, más emocionales que racionales. Nadie vive aislado del mundo excepto si optas por un estilo de vida como Jeremiah Johnson. Nadie trabaja solo, todos tenemos clientes y proveedores. Todos somos parte de un ecosistema, una pieza de un puzle que por sí sola no puede subsistir, necesita del resto para alimentarse, vestirse, descansar, viajar, comunicarse, trabajar… Por si fuera poco, los desafíos que enfrentamos hoy en día como especie son de tal calibre que únicamente la colaboración nos entrega alguna esperanza para superarlos. Por ejemplo, si cada país hubiese decidido superar la pandemia por su cuenta, la inmensa mayoría del planeta todavía carecería de la vacuna y permanecería confinado. No es factible pensar que el cambio climático, la desigualdad o la automatización son problemas que se puedan resolver mediante esfuerzos particulares, a partir del genio y la creatividad de individuos brillantes. Sin embargo, sabiendo que la única manera de afrontar el futuro es compartiendo conocimiento y aprendiendo colectivamente, todos los esfuerzos relacionados con el aprendizaje siguen centrados en el individuo. En realidad, al hábito de colaborar es a lo que llamamos cultura y es siempre un ejercicio colectivo. Existe suficiente evidencia de que la cantidad y calidad de las relaciones que mantiene una persona son un predictor de su futuro bienestar Y que la soledad es un factor que limita la longevidad. El diseño de nuestra sociedad está orientado hacia el individuo, el corto plazo y el beneficio propio como piedra angular en detrimento de la comunidad. Veamos un par de ejemplos:

 

1. ¿En qué consiste la educación, escolar o universitaria? En enseñar a cada niña/o una serie de conocimientos teóricos y evaluarlos individualmente. Es decir, en hacerlos competir por obtener el mejor resultado para su propio futuro (estudiar la carrera que quiero en la universidad que quiero u optar al empleo más apetecible en una mejor empresa) ¿Dónde está el aprendizaje colectivo? No existe ¿Quién es reconocido por contribuir al aprendizaje de sus compañeros? Nadie ¿En qué momento desarrollamos competencias colaborativas, de compartir y construir conocimiento, fijar objetivos y repartir roles, reflexión y discusión grupal, empatía y escucha, resolver conflictos…? En casos excepcionales, muchos de ellos jugando deportes de equipo, pero con énfasis en la actividad física o el entretenimiento y no en el aprendizaje.

2. ¿Cómo funciona la formación en el mundo de las organizaciones? Se plasma en una oferta de cursos dirigidos al individuo. Excel por un lado, gestión de proyectos por otro, liderazgo por otro… ¿puedes aprender a gestionar un proyecto sin el equipo del proyecto? ¿es creíble que puedas aprender a liderar sin que participe tu equipo? El individuo en la organización es el símil de la neurona en el cerebro: no sirve de nada por sí solo ¿hay cursos dirigidos a los equipos? No, a pesar de que la unidad fundamental en una organización es el equipo, no el individuo ¿Qué instancias existen en tu empresa para que aprenda el equipo? Se realizan muchísimas reuniones, pero no están diseñadas para el aprendizaje. Faltan experiencias de aprendizaje compartido. Lo más sorprendente es que TODAS las organizaciones que conozco se quejan de la dificultad de alinear las diferentes áreas entre si (silos, compartimentos estanco, etc). Es natural que nos cueste colaborar si fuimos educados para competir. Hemos confundido competir con luchar contra adversarios a los que derrotar en lugar de competir contra ti mismo para mejorar tu desempeño. Por ello, todos los esfuerzos de aprendizaje siguen centrándose en el individuo ignorando al equipo (algo que afortunadamente las metodologías ágiles están empezando a corregir). La prueba fehaciente de esta contradicción es que el curso trabajo en equipo sigue siendo el más vendido año tras año, pero siempre dirigido a individuos…. Sabemos que nuestros resultados dependen de cómo colaboran los jugadores, pero seguimos empeñados en enseñarles a jugar a cada uno por separado. Incomprensible.

 

CONCLUSIONES

Juntarse es un comienzo. Seguir juntos es un progreso. Trabajar juntos es un éxito” (Henry Ford).

El segundo de mis 3 deseos para la educación es aprender a relacionarte con otros. Cometemos un grave error si creemos que el aprendizaje colectivo es una nueva asignatura o una competencia más. Es decir, asumir que el déficit se resuelve si seguimos haciendo lo mismo y le añadimos una nueva capa por encima de las anteriores. Colaborar es una capa transversal que las atraviesa todas. La colaboración no se enseña, se practica, en definitiva, se vive. Es como respirar, no es algo que haces un rato únicamente, sino algo que no puedes dejar de hacer todo el tiempo. En los últimos años, se han puesto de moda las “habilidades blandas” (Goleman trajo la inteligencia emocional al primer plano). Dichas habilidades, cuando no se orientan al autodesarrollo y a la gestión de uno mismo, tienen como objetivo gestionar las relaciones con los demás ¿para qué si no importa aprender comunicación, ventas, negociación, liderazgo, flexibilidad, creatividad, hablar en público…? No para dar órdenes a las maquinas sino para colaborar con las personas.

 

Estoy cada día más convencido de que la razón por la que las organizaciones desaparecen es porque dejan de aprender. La innovación, que es aprender a hacer cosas diferentes, es un deporte de equipo que se favorece con la diversidad. Si vivimos en sociedad, el aprendizaje tiene que ser colectivo. Es tan evidente que no habría siquiera que mencionarlo. Si nadie sabe más que todos juntos ni tiene todo el conocimiento, el colectivo es nuestra única esperanza. A pesar de ello, aunque el trabajo siempre se realiza en equipo, el aprendizaje casi nunca lo es. Ahora bien, no se trata de minimizar al individuo sino de potenciar al colectivo. De transitar del yo al nosotros sin amenazar ni diluir al yo. Mantener el equilibrio porque cada yo es diferente y valioso.

Sin aprendizaje colectivo no hay colaboración y sin colaboración no hay futuro. Cada uno haciendo la guerra por su cuenta no puede llegar lejos. Las dictaduras siempre buscan desunir y debilitar la comunidad. Al “divide y vencerás” tenemos que responder con “la unión hace la fuerza”. Si el paradigma mecanicista (organización como máquina) depende de gestionar cada pieza por separado y se basa en el control y obediencia, la colaboración depende de la conexión de las piezas entre sí y se basa en la confianza. El Dr. Paul Zak explica en esta charla TED cómo comprobó que “los países con más gente confiable son más prósperos, hay más transacciones económicas y se crea más riqueza. Los países pobres en general son países de poca confianza” es decir, de poca colaboración. El conocimiento solo puede viajar gracias a las conexiones entre los individuos y la tecnología es un gran aliado como vimos en la pandemia. Claro que para colaborar es imprescindible, en primer lugar, tener un propósito compartido, un bien común, una identidad y conciencia colectiva.

Tenemos que elegir: La inteligencia de unir o la estupidez de separar. Insistir en

potenciar al individuo no nos va a salvar. Alejandro Dumas nos iluminó con el lema

de los Mosqueteros “uno para todos y todos para uno”.

 

El 9 y el 23 de agosto, en Cadabra la magia de aprender, dentro de Abra Laboratorio de Aprendizaje celebraremos 2 nuevas sesiones sobre “Cómo diagnosticar la cultura de aprendizaje de una organización”.

El 30 de agosto impartiremos la conferencia “Gestión del Error” para los adherentes de Mutual de Seguridad dentro del programa de 6 webinars ofrecidos por ABRA Laboratorio de Aprendizaje.

El 6 y 7 de septiembre impartiremos la conferencia virtual “Cultura de Aprendizaje” para el 57 congreso que organiza AMEDIRH, la Asociación Mexicana de Directores de RRHH.

 

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