E D I C I Ó N - N ° 192 - ABRIL - 2 0 2 2

 

 

 

 

Los intangibles gobiernan el mundo
Javier Martínez Aldanondo
Socio Cultura de Aprendizaje en Knowledge Works
javier@kworks.cl y javier.martinez@knoco.com

www.javiermartinezaldanondo.com

Twitter: @javitomar – Instagram: @javiermartinezaldanondo

 

 

Los intangibles ya mandan y al resto (a los tangibles se entiende) les toca obedecer. Dentro de los intangibles, el conocimiento es el más importante de todos, es una especie de manantial del que derivan como afluentes otros intangibles. Ojo, los átomos son fundamentales a tal punto que solo podemos existir gracias a ellos: somos átomos y necesitamos átomos para subsistir. No hay vida sin átomos, aunque una corriente de opinión sostiene que la materia es una expresión de la conciencia. De hecho, el conocimiento es un acto físico que ocurre cuando los átomos de nuestras neuronas se conectan entre si (sinapsis). Pero los átomos son solo el punto de partida. Lo que da sentido a los átomos son los intangibles (una roca en medio de una playa carece de objetivo). Los intangibles aparecen desde el inicio de todo lo que sucede (causa) y también en el resultado. El gran desajuste que estamos sufriendo es que vivimos en un mundo diseñado para activos físicos en el que triunfarán los intangibles. Los intangibles ya están modificando el mundo físico. Les comparto un ejemplo de desmaterialización que no tardará en ocurrir:

 

Si hoy tienes un coche, significa que en algún momento lo compraste (incurriste en un gasto) y lo debes conducir (tienes que dedicar tiempo a una tarea poco productiva porque en general, no quieres conducir sino trasladarte del sitio en que estas al que necesitas llegar) ¿Qué ocurrirá mañana cuando desarrollemos conocimiento en forma de Inteligencia Artificial que permita los coches autónomos?

1. Ya no te tendrás que ocupar de conducir

2. Ya ni si quiera necesitarás tener coche (que, por cierto, pasa estacionado 96% del tiempo) sino usarlo cuando lo necesites. Para ello, existirá la opción de “transporte como servicio” (coches autónomos circulando) que será 10 veces más barato que comprar un vehículo. ¿Cuál será el resultado?

  • Más dinero en el bolsillo
  • Más tiempo para dedicarlo a lo que quieras
  • Menos muertos por accidentes
  • Menos contaminación (gracias al conocimiento que permite vehículos eléctricos)

¿Qué nos falta? Simplemente el conocimiento para lograr coches autónomos.

 

En realidad, los intangibles siempre existieron, pero solo recientemente hemos empezado a tenerlos en cuenta. Hasta hace poco, fue el mundo de los átomos, de los activos físicos el que dominó sin contrapartidas. Hoy estamos mutando del “tener” al “usar”, de ser dueño o propietario de algo a aprender cómo hacer un uso más inteligente de ese objeto. Los intangibles son siempre la razón por la que haces algo y la consecuencia que persigues mientras que los tangibles son el medio, el instrumento para conseguir el fin. Veamos ejemplos cotidianos que demuestran el predominio de los intangibles:

  • Esta columna se me ocurrió en el gimnasio mientras usaba un activo tangible (pesas y máquinas) al servicio de obtener un bien intangible: una mejor salud.  A cambio de la cuota mensual, el gimnasio no te entrega una cosa, simplemente te facilita el uso de unas instalaciones para que con tu propio conocimiento logres tu objetivo.
  • Estoy terminando esta columna mientras regresamos de pasar 1 semana en la playa gracias a un trueque en el que mi pareja fotógrafa intercambió una foto profesional con una amiga a cambio de disfrutar de su casa. Queríamos alejarnos unos días de Santiago y trabajar en un entorno agradable, nuevamente un intangible.
  • Si tienes hijos y los envías al colegio o la universidad, ya te gastas un porcentaje importante del presupuesto familiar en un intangible llamado educación. Cuando preguntas a cualquier padre qué desea para sus hijos, absolutamente todos responden “que sean felices”.
  • ¿Qué nos está permitiendo derrotar a la pandemia? Conocimiento (es decir, tecnología) en forma de vacunas.
  • Muy pocos lectores de este articulo llegan a casa cada día con un objeto físico producto de su trabajo. Si estás en una organización de servicios o pública, vives de vender intangibles. El arte es un ejemplo perfecto de intangibles que en ocasiones se materializan en un objeto (cuadro, escultura…).
  • Si bien vender intangibles es complicado, más aún lo es comprarlos y todos nosotros lo hacemos constantemente y sin grandes inconvenientes ¿Ves partidos de futbol? ¿Sales de vacaciones? ¿Asistes a conciertos, al cine o ves series? Entonces pagas por intangibles. Salvator Mundi pintado por Leonardo da Vinci es el cuadro por el que más dinero se ha pagado en la historia (450 millones de dólares). Si asumimos que el marco, la tela y las pinturas utilizadas tienen un valor residual ¿cómo se explica la diferencia? Este informe de Nielsen muestra que, en 2022, contamos con un catálogo de 817.000 programas entre la televisión tradicional y las plataformas de streaming. La cifra es un 26% mayor que diciembre de 2019, cuando la cantidad de programas era de 646.000 (y aquella cifra ya era un 10% mayor que la de 2018). La información ha dejado de ser un bien escaso, ahora lo escaso es la atención. Corremos el riesgo de pasar de la sociedad del conocimiento a la del entretenimiento. Tanta información sin espacio para la reflexión es perjudicial ¿Podemos alegar que el problema es que no tenemos tiempo? Una persona que viva 80 años dispone de 700.800 horas a lo largo de su vida, no parece poco tiempo…
  • Si profesas alguna religión, entonces crees firmemente en el poder de los intangibles. La religión ha logrado “vender” exitosamente su “oferta” durante miles de años logrando que millones de personas la conviertan en su sistema de vida. Harari lo explica a la perfección en su libro “Sapiens, de animales a dioses” cuando afirma que nuestra civilización se sostiene sobre ficciones.
  • Hace un par de meses tuve la oportunidad de visitar los simuladores de vuelo del centro de entrenamiento de Airbus y su responsable nos confesaba que el conocimiento más crítico de un piloto no radica en el manejo de los instrumentos del avión sino en cómo gestiona la relación que establece con el copiloto. El conocimiento crítico para lograr cumplir con los plazos y el presupuesto durante la construcción de un hospital no es tanto saber construir sino cómo relacionarse con las autoridades municipales, con los ciudadanos y con el mandante (Ministerio de Salud) para asegurar que no se produzcan retrasos que pueden arruinar el proyecto. Por eso no existen premios Nobel (conocimiento técnico) dirigiendo empresas o liderando países.
  • La lista de los países más desarrollados del mundo no la lideran países productores de materias primas sino de conocimiento. Apple, la empresa más valiosa del mundo debe su valor en un 82,4% a sus intangibles. La Unión europea ha colocado sus 2 prioridades para la recuperación post pandemia en 2 intangibles: Digitalización y economía verde. Los riesgos, la calidad, la innovación o la estrategia son intangibles responsables de otros intangibles vitales en cualquier empresa (ingresos, ventas, cuotas de mercado, satisfacción de clientes, etc.). Las empresas que más crecen invierten 2,6 veces más en intangibles que las que menos crecen. Me sorprende la cantidad de organizaciones que están haciendo hincapié en lo prioritario de desarrollar la curiosidad entre sus colaboradores. El ranking de las empresas más valiosas del mundo está encabezado por empresas de software, el que posiblemente sea el intangible por antonomasia. Este artículo del 2011 sobre los algoritmos era premonitorio de lo que se avecinaba y la pandemia solo lo ha acelerado. A fin de cuentas ¿qué es digitalizar? Es convertir átomos en bits y ese es un trabajo de conocimiento que llevan a cabo las neuronas creando tecnología.
  • Unas pocas palabras te pueden cambiar la vida: “tienes cáncer” o “ganaste la lotería”. Por cierto, ¿hace cuanto que no usas monedas y billetes? El dinero ya es intangible. Internet también lo es. Cualquiera que sea el propósito de tu vida, es un intangible que se logra con conocimiento.

 

Los tangibles, aunque parezca lo contrario, están subordinados a los intangibles. No necesitamos tangibles para tenerlos sino para usarlos y de esa forma lograr el intangible que verdaderamente necesitamos. Volviendo al ejemplo del coche, no lo compro para tenerlo en el garaje o para que lo admiren mis vecinos sino para que me transporte de la misma manera que compro comida para obtener energía y sobrevivir. En general, adquirimos un activo tangible para usarlo hacia un fin que es intangible. Todo lo que haces tiene como origen una emoción (intangible). Haces las cosas por algo o para algo muchas veces inconsciente. Aunque la acción que ejecutas se puede plasmar en un objeto (es tu cumpleaños y como te aprecio te hago un regalo), siempre el disparador es una intención que no es tangible.

Los intangibles pueden caducar en algún momento, pero no se desgastan con su uso (es más, su valor crece cuantas más personas los usan). Por tanto puedes utilizarlos todo el tiempo que quieras. A un intangible le importa poco la geografía, la hora, el género, la edad o la raza. No se quema ni se inunda, tampoco le afecta un terremoto ni la radioactividad. Sin embargo, los tangibles no son renovables, se degradan y no los puedes seguir usando. De hecho, lo que te permite reparar y mantener la vida útil de un tangible a medida que se gasta es siempre un intangible: conocimiento. Cada vez que mi moto tiene un problema tengo que “comprarle” conocimiento al mecánico. Más aún, es el intangible el que le otorga valor al tangible. Lo que hace que un coche sea autónomo o eléctrico es el conocimiento. Fue un intangible el que creó un tangible en primer lugar. Sin conocimiento, no hay posibilidad de que un coche exista. Hace falta conocimiento para obtener plástico, aluminio o acero, para refinar gasolina… El valor de un coche ni siquiera es la suma del valor de las piezas igual que el valor de una casa no está en sus componentes (ladrillos, vigas o cimientos). La tecnología es conocimiento “tangibilizado”. Un coche no es un bien físico, sino que es conocimiento que se materializa en un objeto. Pero antes de eso, tiene que existir conocimiento de alguien que primero imagina un coche, alguien capaz de diseñarlo, quien lo sabe fabricar y después conducir… El computador más potente del mundo con la mejor conexión posible no sirve de nada sin software. Lo digital es intangible. Por eso, la clave de nuestro mundo no está en los componentes físicos sino en el uso inteligente que hacemos de los átomos. Está de moda hablar de los datos como el petróleo del siglo XXI, pero lo importante no es recoger millones de datos sino tener el conocimiento para hacer un análisis inteligente de los mismos y tomar las mejores decisiones.

 

Y entonces ¿cómo se explica ese predomino absoluto del mundo de los activos físicos a lo largo de la historia? Los seres humanos necesitamos certidumbre. Para mantenernos con vida, nuestro cerebro le da prioridad a la predictibilidad, necesita anticipar lo que va a ocurrir y asegurarse de que consumamos la menor cantidad de energía por si acaso mañana no se encuentra disponible. Por eso, una realidad formada por cosas (y no por conceptos) que se pueden ver, tocar, guardar, trasladar, pesar, comprar, vender… es mucho más más fácil de gestionar. Las respuestas nos dejan dormir más tranquilos que las preguntas. Vivimos en un mundo dirigido por ingenieros y en ese universo triunfan los números, lo medible, contable, digitable y tangible. Hemos diseñado un modelo de vida en el que medimos lo que es fácil de medir y no necesariamente lo importante porque nos cuesta mucho gestionar lo abstracto. Nuestras organizaciones no cuentan con herramientas que les permitan administrar intangibles. Los activos físicos se perciben a simple vista, el trabajo físico también se puede ver con nitidez. Pero el trabajo mental es invisible. Los intangibles existen en nuestra imaginación (no son una realidad física objetiva) por eso la capacidad de imaginar es un conocimiento tan importante.

 

CONCLUSIONES
Hay 2 tipos de alimentos, el tangible que utilizas para que el cuerpo funcione y el intangible (intelectual, espiritual). Mi trabajo consiste en proveer alimento para saciar la curiosidad en forma de ideas, preguntas, pensamientos e historias. La pandemia demuestra que ganaron los intangibles. Mantuvimos el mundo en funcionamiento gracias a que pudimos disociar el trabajo de un lugar físico: los átomos se quedaron en casa mientras los bits y las neuronas se hacían cargo de todo. Los intangibles ya gobiernan el mundo y cada vez su predominio será mayor. La mayoría de las excusas para justificar las desigualdades históricas se han basado en la falta de bienes materiales: No hay recursos para todos. Esa excusa ya no funciona con los intangibles. Contar con educación o salud o vivienda de calidad para todos es ante todo una decisión. Si tratamos el conocimiento como activo físico, entonces mantendremos el paradigma de competir (y concentrarlo en pocas manos). Si entendemos el conocimiento como intangible, entramos en el paradigma de colaborar. Los intangibles son intensivos en confianza porque como no los ves, tienes que hacer el ejercicio de creer. En lugar de pedir a los intangibles que se comporten como tangibles, diseñemos organizaciones, relaciones y modelos de gestión alrededor de intangibles. Es hora de que revisemos nuestro sistema de vida porque el modelo mental para gestionar intangibles es absolutamente distinto. El concepto de escasez cambia radicalmente. No es posible gestionar intangibles con mentalidad industrial porque implica nuevas formas de trabajar, de producir, de comunicarse y vivir que exigen un conjunto de conocimientos y habilidades totalmente distintas. El corto plazo es el mundo de lo tangible (necesito resultados que pueda disfrutar hoy) mientras el largo plazo es intangible (dejar un mejor mundo para otros). Los intangibles son la única solución para gestionar los recursos naturales del planeta de manera sostenible. La resistencia será feroz porque enfrentamos una inercia de 4.000 años de tradición física contra muy pocos años de experiencia intangible (virtual). Pero los intangibles se adaptan mucho mejor al cambio que los átomos. Un mundo de intangibles significa darle cada vez más importancia al conocimiento y la buena noticia es que detrás del conocimiento, siempre están las personas. El objetivo de los intangibles no es otro que multiplicar los átomos. El lema del que ha sido considerado durante muchos años el mejor chef del mundo, Ferrán Adrià, es “comer conocimiento para alimentar la creatividad”. No te puedes alimentar de intangibles, pero ellos son la clave para que TODOS, y no solo algunos, nos alimentemos mejor, y a eso se llama ser inteligentes.

 

El 3 de mayo, en Cadabra la magia de aprender, dentro de Abra Laboratorio de Aprendizaje celebramos la decimoséptima sesión “¿Realmente aprendemos las lecciones?”. El 17 de mayo la sesión tratará sobre “Desarrollar comunidades de práctica para compartir conocimiento”.

También el 3 de mayo comenzaremos el curso virtual “Metodología para detectar el conocimiento crítico y pautas para ponerlo en valor” organizado por la Escuela de Formación e Innovación de la Administración Pública de la Comunidad de Murcia.

El 5 de mayo en Medellín impartiremos la conferencia “Colaborar para aprender del futuro” dentro del “Encuentro de la Red de Valor Noel 2022 del Grupo Nutresa.

El 6 de mayo comenzaremos el módulo “Gestión del Conocimiento” dentro del Magister en Desarrollo Organizacional y Gestión de Personas impartido por la Universidad Católica Boliviana.

El 18 de mayo en Ciudad de Guatemala y el 25 de mayo en Punta Mita (México) impartiremos la conferencia “Aprender del futuro” en el marco del programa PEPSICO Challengers.El 8 de abril en Barcelona cerramos el seminario “Liderazgo, innovación, personas y aprendizaje en las organizaciones de salud y sociales” organizado por Unió Consorci Formació, con la conferencia “Gestión del aprendizaje y conocimiento en los procesos de cambio y transformación”.

 

 

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