Los
intangibles ya mandan y al resto (a los tangibles se entiende) les toca
obedecer. Dentro de los intangibles, el conocimiento es el más
importante de todos, es una especie de manantial del que derivan como afluentes
otros intangibles. Ojo, los átomos son fundamentales a tal punto que solo
podemos existir gracias a ellos: somos átomos y necesitamos átomos para
subsistir. No hay vida sin átomos, aunque una corriente de opinión
sostiene que la materia
es una expresión de la conciencia. De hecho, el conocimiento es un
acto físico que ocurre cuando los átomos de nuestras neuronas se conectan
entre si (sinapsis). Pero los átomos son solo el punto de partida. Lo que
da sentido a los átomos son los intangibles (una roca en medio de una
playa carece de objetivo). Los intangibles aparecen desde el inicio de
todo lo que sucede (causa) y también en el resultado. El gran desajuste
que estamos sufriendo es que vivimos en un mundo diseñado para activos
físicos en el que triunfarán los intangibles. Los intangibles ya están
modificando el mundo físico. Les comparto un ejemplo de
desmaterialización que no tardará en ocurrir:
Si hoy tienes un coche, significa que en
algún momento lo compraste (incurriste en un gasto) y lo debes conducir
(tienes que dedicar tiempo a una tarea poco productiva porque en general,
no quieres conducir sino trasladarte del sitio en que estas al que
necesitas llegar) ¿Qué ocurrirá mañana cuando desarrollemos conocimiento
en forma de Inteligencia Artificial que permita los coches autónomos?
1. Ya no te tendrás que ocupar de
conducir
2. Ya ni si quiera necesitarás tener
coche (que, por cierto, pasa estacionado 96% del tiempo) sino usarlo
cuando lo necesites. Para ello, existirá la opción de “transporte como
servicio” (coches autónomos circulando) que será 10 veces más barato
que comprar un vehículo. ¿Cuál será el resultado?
- Más
dinero en el bolsillo
- Más tiempo
para dedicarlo a lo que quieras
- Menos
muertos por accidentes
- Menos
contaminación (gracias al conocimiento que permite vehículos eléctricos)
¿Qué nos
falta? Simplemente el conocimiento para lograr coches autónomos.
En realidad, los intangibles siempre
existieron, pero solo recientemente hemos empezado a
tenerlos en cuenta. Hasta hace poco, fue el mundo
de los átomos, de los activos físicos el que dominó sin
contrapartidas. Hoy estamos mutando del “tener” al “usar”,
de ser dueño o propietario de algo a aprender cómo hacer un uso más
inteligente de ese objeto. Los intangibles son siempre la razón por la
que haces algo y la consecuencia que persigues mientras que los tangibles
son el medio, el instrumento para conseguir el fin. Veamos ejemplos
cotidianos que demuestran el predominio de los intangibles:
- Esta columna se
me ocurrió en el gimnasio mientras usaba un activo tangible (pesas y
máquinas) al servicio de obtener un bien intangible: una mejor
salud. A cambio de la cuota
mensual, el gimnasio no te entrega una cosa, simplemente te facilita
el uso de unas instalaciones para que con tu propio conocimiento
logres tu objetivo.
- Estoy terminando
esta columna mientras regresamos de pasar 1 semana en la playa
gracias a un trueque en el que mi pareja fotógrafa intercambió una
foto profesional con una amiga a cambio de disfrutar de su casa.
Queríamos alejarnos unos días de Santiago y trabajar en un entorno
agradable, nuevamente un intangible.
- Si tienes
hijos y los envías al colegio o la universidad, ya te gastas
un porcentaje importante del presupuesto familiar en un intangible
llamado educación. Cuando preguntas a cualquier padre qué desea para
sus hijos, absolutamente todos responden “que sean felices”.
- ¿Qué nos está
permitiendo derrotar
a la pandemia? Conocimiento (es decir, tecnología) en forma de
vacunas.
- Muy pocos
lectores de este articulo llegan a casa cada día con un objeto
físico producto de su trabajo. Si estás en una organización de
servicios o pública, vives de vender intangibles. El arte es un
ejemplo perfecto de intangibles que en ocasiones se materializan en
un objeto (cuadro, escultura…).
- Si bien vender
intangibles es complicado, más aún lo es comprarlos y todos nosotros
lo hacemos constantemente y sin grandes inconvenientes ¿Ves partidos
de futbol? ¿Sales de vacaciones? ¿Asistes a conciertos, al cine
o ves series? Entonces pagas por intangibles. “Salvator Mundi”
pintado por Leonardo da Vinci es el cuadro por el que más dinero se
ha pagado en la historia (450 millones de dólares). Si asumimos que
el marco, la tela y las pinturas utilizadas tienen un valor residual
¿cómo se explica la diferencia? Este informe
de Nielsen muestra que, en 2022,
contamos con un catálogo de 817.000 programas entre la televisión
tradicional y las plataformas de streaming.
La cifra es un 26% mayor
que diciembre de 2019, cuando la cantidad de programas era de
646.000 (y aquella cifra ya era un 10% mayor que la de 2018).
La información ha dejado de ser un bien escaso, ahora lo escaso es
la atención. Corremos
el riesgo de pasar de la sociedad del conocimiento a la del
entretenimiento. Tanta información sin espacio para la
reflexión es perjudicial ¿Podemos alegar que el problema es que no
tenemos tiempo? Una persona que viva 80 años dispone de 700.800
horas a lo largo de su vida, no parece poco tiempo…
- Si profesas
alguna religión, entonces crees firmemente en el poder de los
intangibles. La religión ha logrado “vender” exitosamente su
“oferta” durante miles de años logrando que millones de
personas la conviertan en su sistema de vida. Harari lo
explica a la perfección en su libro “Sapiens,
de animales a dioses” cuando afirma que nuestra civilización
se sostiene sobre ficciones.
- Hace un par de
meses tuve la oportunidad de visitar los simuladores de vuelo del
centro de entrenamiento de Airbus y su responsable nos confesaba que
el conocimiento más crítico de un piloto no radica en el manejo de
los instrumentos del avión sino en cómo gestiona la relación que establece
con el copiloto. El conocimiento crítico para lograr cumplir con los
plazos y el presupuesto durante la construcción de un hospital no es
tanto saber construir sino cómo relacionarse con las autoridades
municipales, con los ciudadanos y con el mandante (Ministerio de
Salud) para asegurar que no se produzcan retrasos que pueden
arruinar el proyecto. Por eso no existen premios Nobel (conocimiento
técnico) dirigiendo empresas o liderando países.
- La lista de los
países
más desarrollados del mundo no la lideran países productores de
materias primas sino de conocimiento. Apple, la empresa más valiosa
del mundo debe
su valor en un 82,4% a sus intangibles. La Unión europea ha
colocado sus 2
prioridades para la recuperación post pandemia en 2 intangibles:
Digitalización y economía verde. Los riesgos, la calidad, la
innovación o la estrategia son intangibles responsables de otros
intangibles vitales en cualquier empresa (ingresos, ventas, cuotas
de mercado, satisfacción de clientes, etc.). Las empresas que más
crecen invierten 2,6 veces más en intangibles que las que menos
crecen. Me sorprende la cantidad
de organizaciones que están haciendo hincapié en lo prioritario
de desarrollar
la curiosidad entre sus colaboradores. El ranking de las
empresas más valiosas del mundo está encabezado por empresas de
software, el que posiblemente sea el intangible por antonomasia. Este
artículo del 2011 sobre los algoritmos era premonitorio de lo
que se avecinaba y la pandemia solo lo ha acelerado. A fin de
cuentas ¿qué es digitalizar? Es convertir átomos en bits y ese es un
trabajo de conocimiento que llevan a cabo las neuronas creando
tecnología.
- Unas pocas
palabras te pueden cambiar la vida: “tienes cáncer” o “ganaste
la lotería”. Por cierto, ¿hace cuanto que no usas monedas y
billetes? El dinero ya es intangible. Internet también lo es.
Cualquiera que sea el propósito de tu vida, es un intangible que se
logra con conocimiento.
Los tangibles, aunque parezca lo contrario, están subordinados a
los intangibles. No necesitamos tangibles para tenerlos sino para usarlos
y de esa forma lograr el intangible que verdaderamente necesitamos.
Volviendo al ejemplo del coche, no lo compro para tenerlo en el garaje o
para que lo admiren mis vecinos sino para que me transporte de la misma
manera que compro comida para obtener energía y sobrevivir. En general,
adquirimos un activo tangible para usarlo hacia un fin que es intangible.
Todo lo que haces tiene como origen una emoción (intangible). Haces las
cosas por algo o para algo muchas veces inconsciente. Aunque la acción
que ejecutas se puede plasmar en un objeto (es tu cumpleaños y como te
aprecio te hago un regalo), siempre el disparador es una intención que no
es tangible.
Los intangibles pueden caducar en algún
momento, pero no se desgastan con su uso (es más, su valor crece cuantas
más personas los usan). Por tanto puedes
utilizarlos todo el tiempo que quieras. A un intangible le importa poco
la geografía, la hora, el género, la edad o la raza. No se quema ni se
inunda, tampoco le afecta un terremoto ni la radioactividad. Sin embargo,
los tangibles no son renovables, se degradan y no los puedes seguir
usando. De hecho, lo que te permite reparar y mantener la vida útil de un
tangible a medida que se gasta es siempre un intangible: conocimiento.
Cada vez que mi moto tiene un problema tengo que “comprarle”
conocimiento al mecánico. Más aún, es el intangible el que le otorga
valor al tangible. Lo que hace que un coche sea autónomo o eléctrico es
el conocimiento. Fue un intangible el que creó un tangible en primer
lugar. Sin conocimiento, no hay posibilidad de que un coche exista. Hace
falta conocimiento para obtener plástico, aluminio o acero, para refinar
gasolina… El valor de un coche ni siquiera es la suma del valor de las
piezas igual que el valor de una casa no está en sus componentes
(ladrillos, vigas o cimientos). La tecnología es conocimiento “tangibilizado”. Un coche no es un bien físico,
sino que es conocimiento que se materializa en un objeto. Pero antes de
eso, tiene que existir conocimiento de alguien que primero imagina un
coche, alguien capaz de diseñarlo, quien lo sabe fabricar y después
conducir… El computador más potente del mundo con la mejor conexión
posible no sirve de nada sin software. Lo digital es intangible. Por eso,
la clave de nuestro mundo no está en los componentes físicos sino en el
uso inteligente que hacemos de los átomos. Está de moda hablar de los
datos como el petróleo del siglo XXI, pero lo importante no es recoger
millones de datos sino tener el conocimiento para hacer un análisis
inteligente de los mismos y tomar las mejores decisiones.
Y entonces ¿cómo se explica ese predomino absoluto del mundo de los
activos físicos a lo largo de la historia? Los seres humanos necesitamos
certidumbre. Para mantenernos con vida, nuestro cerebro le da prioridad a
la predictibilidad, necesita anticipar lo que va a ocurrir y asegurarse
de que consumamos la menor cantidad de energía por si acaso mañana no se
encuentra disponible. Por eso, una realidad formada por cosas (y no por
conceptos) que se pueden ver, tocar, guardar, trasladar, pesar, comprar,
vender… es mucho más más fácil de gestionar. Las respuestas nos dejan
dormir más tranquilos que las preguntas. Vivimos en un mundo dirigido por ingenieros y en ese universo triunfan los números, lo medible, contable, digitable y tangible. Hemos
diseñado un modelo de vida en el que medimos lo que es fácil de medir y
no necesariamente lo importante porque nos cuesta mucho gestionar lo
abstracto. Nuestras organizaciones no cuentan con herramientas que les
permitan administrar intangibles. Los activos físicos se perciben a
simple vista, el trabajo físico también se puede ver con nitidez. Pero el
trabajo mental es invisible. Los intangibles existen en nuestra
imaginación (no son una realidad física objetiva) por eso la capacidad de
imaginar es un conocimiento tan importante.
CONCLUSIONES
Hay 2 tipos de
alimentos, el tangible que utilizas para que el cuerpo funcione y
el intangible (intelectual, espiritual). Mi trabajo consiste en proveer
alimento para saciar la curiosidad en forma de ideas, preguntas,
pensamientos e historias. La pandemia demuestra que ganaron los
intangibles. Mantuvimos el mundo en funcionamiento gracias a que pudimos disociar
el trabajo de un lugar físico: los átomos se quedaron en casa
mientras los bits y las neuronas se hacían cargo de todo. Los intangibles ya gobiernan el mundo y cada vez su predominio será
mayor. La mayoría de las excusas para justificar las desigualdades
históricas se han basado en la falta de bienes materiales: No hay
recursos para todos. Esa excusa ya no funciona con los intangibles.
Contar con educación o salud o vivienda de calidad para todos es ante
todo una decisión. Si tratamos el conocimiento como activo físico, entonces
mantendremos el paradigma de competir (y concentrarlo en pocas manos). Si
entendemos el conocimiento como intangible, entramos en el paradigma de
colaborar. Los intangibles son intensivos en confianza porque como no los
ves, tienes que hacer el ejercicio de creer. En lugar de pedir a los intangibles que se comporten como
tangibles, diseñemos organizaciones, relaciones y modelos de gestión
alrededor de intangibles. Es hora de que revisemos
nuestro sistema de vida porque el modelo mental para gestionar intangibles
es absolutamente distinto. El concepto de escasez cambia
radicalmente. No es posible gestionar intangibles con mentalidad industrial porque
implica nuevas formas de trabajar, de producir, de comunicarse y vivir
que exigen un conjunto de conocimientos y habilidades totalmente
distintas. El corto plazo es el mundo de lo tangible (necesito resultados
que pueda disfrutar hoy) mientras el largo plazo es intangible (dejar un
mejor mundo para otros). Los intangibles son la única solución para
gestionar los recursos naturales del planeta de manera sostenible. La
resistencia será feroz porque enfrentamos una inercia de 4.000 años de
tradición física contra muy pocos años de experiencia intangible
(virtual). Pero los intangibles se adaptan mucho mejor al cambio que los
átomos. Un mundo de intangibles significa darle cada vez más importancia
al conocimiento y la buena noticia es que
detrás del conocimiento, siempre están las personas. El objetivo de los intangibles no es otro que multiplicar los
átomos. El lema del que ha sido considerado durante muchos años el mejor
chef del mundo, Ferrán
Adrià, es “comer
conocimiento para alimentar la creatividad”. No te puedes alimentar de intangibles, pero ellos son la clave para
que TODOS, y no solo algunos, nos alimentemos mejor, y a eso se llama ser
inteligentes.
El 3 de mayo, en Cadabra la magia de aprender, dentro de Abra Laboratorio de Aprendizaje celebramos
la decimoséptima sesión “¿Realmente aprendemos las lecciones?”. El
17 de mayo la sesión tratará sobre “Desarrollar comunidades de
práctica para compartir conocimiento”.
También el 3 de mayo comenzaremos el
curso virtual “Metodología para detectar el
conocimiento crítico y pautas para ponerlo en valor” organizado
por la Escuela de Formación e
Innovación de la Administración Pública de la
Comunidad de Murcia.
El 5 de mayo en Medellín impartiremos la
conferencia “Colaborar para aprender del futuro” dentro del “Encuentro
de la Red de Valor Noel 2022” del Grupo Nutresa.
El 6 de mayo comenzaremos el módulo “Gestión
del Conocimiento” dentro del Magister en Desarrollo Organizacional y
Gestión de Personas impartido por la Universidad Católica Boliviana.
El 18 de mayo en Ciudad de Guatemala y el
25 de mayo en Punta Mita (México) impartiremos la conferencia “Aprender
del futuro” en el marco del programa PEPSICO Challengers.El
8 de abril en Barcelona cerramos el seminario “Liderazgo,
innovación, personas y aprendizaje en las organizaciones de salud y
sociales” organizado por Unió Consorci Formació, con la conferencia “Gestión del
aprendizaje y conocimiento en los procesos de cambio y transformación”.
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