“La risa mata el miedo, y sin
miedo no puede haber fe. El que no teme al diablo ya no necesita a Dios” (El nombre de la rosa, Umberto Eco).
Según los especialistas, las 4 emociones
básicas son alegría, tristeza,
rabia y miedo. Hay países que están mayoritariamente dominados por alguna
de ellas: México y Brasil, por ejemplo, son países alegres, aunque
conviven con graves problemas. En mi primera visita a Yugoslavia en los
años 80, recuerdo nítidamente la tristeza que se veía en las miradas de
la gente. Todas las grandes capitales aglutinan un porcentaje elevado de
personas rabiosas, que compiten encarnizadamente para sobresalir entre la
muchedumbre. En Chile predomina el miedo porque sus habitantes son conscientes
de que su vida depende exclusivamente de su capacidad de
generar dinero.
La noticia más trascendental de estos 2
últimos meses ha sido la irrupción de Chat GPT. Resulta imprudente escribir sobre ello con
lo poco que conocemos. Sin embargo, Chat GPT nos confirma 2 cosas que ya
sabíamos: la primera es que nuestro cerebro está
para tareas más nobles que guardar y
proveer información (aunque el colegio y la
universidad insistan en
lo contrario). La segunda es que existe una diferencia
sideral entre saber (información) y hacer (conocimiento): No es lo mismo saber “qué es ser un buen
padre” que “ser un buen padre”. Sin embargo, me parece más
interesante analizar las respuestas que ha provocado.
Aunque algunos celebran Chat GPT como una
oportunidad, la mayoría de las reacciones, sobre todo en el entorno
educativo, han sido de miedo. El miedo tiene aspectos positivos: no solo
te pone en alerta para sobrevivir, sino que te muestra lo que te falta
por aprender. La mayoría de las cosas que no hacemos en la vida se
explican por nuestros miedos. Miedos que son el producto de creencias que
son a su vez el resultado de aprendizajes, no de genética. La buena
noticia es que esos miedos son
aprendidos. Las razones
de esos miedos son variadas:
·
Se suponía que
la Inteligencia
Artificial (IA) iba a sustituir labores rutinarias, aburridas o peligrosas. Las tareas creativas
eran un ámbito reservado para los humanos. Chat GPT nos abre los ojos
acerca de que responder lo que ya se sabe no es muy creativo que digamos.
Lo verdaderamente creativo es preguntar lo
que no se sabe o responder
interrogantes para los que todavía no tenemos repuesta. Chat GPT
demuestra ser muy útil en tareas que usan información que ya existe. Al
mismo tiempo, nos recuerda que el aprendizaje se
basa en preguntar y no en
responder. Si bien son las preguntas las que disparan el aprendizaje,
Chat GPT no pregunta, sino que entrega respuestas (la mayoría de la gente
tampoco pregunta). La amenaza de que Chat GPT sustituya el cerebro nos
aterroriza. Sin embargo, nuestro cerebro existe para tareas más elevadas
que almacenar y entregar información. Aunque suene drástico, la IA te
quitará el trabajo sí tu trabajo es
poco inteligente. Todo lo que
puede hacer un robot no puede requerir demasiada inteligencia, aunque
resulte valioso. Por inteligencia me refiero a la capacidad de tomar
buenas decisiones y no de saber muchas cosas. Un algoritmo siempre va a
hacer mejor que tú el trabajo de robot y eso es algo que descubres cuando
analizas tu quehacer y compruebas que ejecutas muchas tareas poco
valiosas, simples y repetitivas. Estamos ante una nueva oportunidad para
dejar de funcionar como robots y hacer trabajos más humanos. La “invitación”
de Chat GPT, para quien quiera aprovecharla, es a concentrarnos en lo
inédito, en generar las preguntas que cambiarán nuestro mundo y en las
respuestas a esas preguntas decisivas.
·
Venimos de un
mundo en el que tener acceso a información era muy valioso, justamente
porque la información era un bien escaso. Hoy, lo crítico no es el acceso
sino ser capaz de actuar sobre esa información y tomar buenas decisiones.
Chat GPT es el mentor que siempre quisiste tener y al que le preguntas
cualquier cosa y te hace el trabajo sucio. Chat GPT provee información
muy valiosa, pero no actúa ni
decide. Chat GPT
solo es un riesgo si tu negocio consiste en proveer información en bruto,
algo que viene ocurriendo desde hace siglos. Sin embargo, si eres
inteligente, Chat GPT te facilita, abarata y sobre todo enriquece el
proceso de proveer información de valor. Las empresas, que siguen
dependiendo del lenguaje para trabajar, lo que buscan es aprender y
descubrir oportunidades para explotar Chat GPT que no es en rigor un
creador de contenido, sino un sistema al que formulas una pregunta y para
responderte utiliza contenido sobre el que ya ha sido entrenado
previamente. No te indica donde puedes encontrar la información como hace
Google, sino que te entrega una respuesta construida sobre contenido que
ya tiene. Era esperable que quienes han detentado históricamente el
monopolio de la provisión de información y contenidos (mundo
educativo) hayan
reaccionado con pavor, al punto de prohibir en algunos casos el acceso a
Chat GPT
·
Así como la
inteligencia artificial no necesita ser inteligente para automatizar tu trabajo, Chat GPT no
necesita ser inteligente para ser útil. Sabemos que tiene muchas deficiencias:
es inexacto y a veces entrega información incorrecta o sesgada (al fin y
al cabo, se nutre de información que existe en internet). En su momento
abrazamos Google porque nos facilitaba encontrar información, aunque el
análisis detallado lo debíamos hacer nosotros ¿Cómo rechazar un sistema
te trae respuestas elaboradas? ¿Comete errores y no siempre la
información es veraz? Habrá que trabajar en eso, pero ¿Cómo sabemos que
Google no se equivoca? ¿O que cualquier persona a quien preguntamos nos
entrega información verdadera?
En ocasiones Chat GPT sufre para encontrar
datos obvios, no distingue lo que es verdad de la ficción, no recuerda
muy bien, tampoco puede razonar ni se auto cuestiona. En esto se parece a
casi todos nosotros en la etapa de estudiantes cuando repetíamos cosas
que nunca entendimos y, aun así, aprobamos. Chat GPT es una herramienta
de gestión del conocimiento porque se basa en reutilizar lo
que ya sabemos. No aporta
nada genuino, sino que repite y combina lo que se sabe. Actúa como un
experto a quien preguntar, que nunca se aburre de respondernos ni se
enfada. Eso sí, solo nos trae el
pasado, no el futuro
(un pasado que llega hasta finales de 2021, la fecha en que fue
entrenado). Aunque le queda mucho por mejorar, su futuro es brillante.
¿Qué impacto puede tener Chat GPT sobre la
educación? Mi amiga Lola me regaña porque hace tiempo que no escribo sobre
educación. La razón es
simple: me aburrí. Aunque el sector educativo sabe que hay muchas cosas
que se podrían y deberían hacer de otra manera, la verdad es que no tiene
interés en cambiar.
Chat GPT ha llamado la atención de los medios
de comunicación al aprobar los exámenes que habilitan en EE. UU. para
ejercer como médico, abogado u obtener el título de MBA. La reacción
generalizada ha sido de pánico ya que de repente, años de educación se
desvanecen porque en segundos un chatbot entrega lo mismo. Chat GPT viene
a arrasar lo que siempre fue intocable: Un sistema de
evaluación ridículo que condiciona
todo el proceso educativo (lo que se
enseña y cómo se enseña) y el monopolio de los títulos que todavía son el
pasaporte de acceso el mercado laboral. Cuando tu respuesta a Chat GPT
consiste en perfeccionar los sistemas anti plagio es que no has entendido
nada. Las universidades
tiemblan porque su
modelo de negocio se basa en “saber” y la vida real funciona bajo
el modelo de “saber hacer”. Cuando aparece un elemento que supera
su modelo de “saber” (sabe más que todos y está disponible para
los alumnos) el sistema se derrumba ¿Quién tiene el problema, Chat GPT o
un modelo educativo anquilosado? ¿Qué hacer? Crear un sistema basado en
saber hacer. El panorama es prometedor si estás abierto al cambio o
aterrador si no lo estás. Descalificar
la tecnología con el
argumento de que disminuye nuestro coeficiente intelectual o nos vuelve
más perezosos (porque no recuerdas los números de teléfono de tus
familiares y amigos) es un insulto a la capacidad de nuestro cerebro.
¿Provocará Chat GPT
cambios irreversibles o el sistema la fagocitará? Si Chat GPT ya resulta
abrumador, pronto será mucho más potente y proveerá contenidos en voz,
video y otros formatos. Mi pronóstico es que Chat GPT solo va a
beneficiar al sistema educativo porque le va a obligar a corregir
prácticas obsoletas. El concepto
de que una persona era inteligente y culta porque sabía mucho (cuando la
información era escasa) pierde sentido cuando puedo delegar el
almacenamiento y el acceso en la máquina y de esa manera dedicar la limitada
energía de mi cerebro a tareas más
trascendentales. Chat GPT obligará a cambiar cómo aprender y cuándo, pero
sobre todo algo esencial y que nunca se discute: qué aprender.
Aprenderemos aquello que sabemos que usaremos y es fundamental para vivir
y convivir: contigo mismo y con otros, no solo conocimiento técnico y no
solo para trabajar. El resto lo iremos aprendiendo cuando llegue el
momento y lo necesitemos. Nuestro cerebro está
diseñado para aprender, no para estudiar. Desde que nacemos, gatillamos
el proceso de aprendizaje sin necesidad de pensarlo, de forma natural. No
ocurre lo mismo al interior de un aula.
CONCLUSIONES
Confieso que mi posición siempre es favorable a
todo lo nuevo hasta que las
pruebas me demuestren lo contrario. Prefiero la posición optimista “¿Qué
podemos hacer con esta herramienta que antes no podíamos y supone una
mejora?” Sin embargo, aquellos que tienen una posición ganada (y
mucho que perder) operan desde el lugar contrario: “rechazar todo
aquello que me ponga en peligro o suponga una amenaza, un esfuerzo o me
obligue a cambiar”.
Si, es cierto, Chat GPT ya sabe mucho más que
cualquier persona, pero no es capaz de “hacer”. Cada vez irá
resolviendo mejor la entrega de información y en el momento que sea capaz
de “hacer” (conducir un coche o educar a un hijo) entonces
entraremos en otra dimensión. Mientras tanto, Chat GPT nos recuerda que
aprender no es sinónimo de adquirir información y que nuestro cerebro
está diseñado para realizar labores más valiosas que memorizar. No
podemos competir contra repositorios que almacenan más información y la
procesan más rápido y mejor. Se acabó aquello de repetir como loros lo
que ya se sabe. Chat GPT gestiona el conocimiento mejor, más rápido y
barato que nosotros y eso nos va a obligar a ser más creativos con las
preguntas que le hagamos y sobre todo con las respuestas que recibamos. Tenemos
la opción de pensar que las máquinas reemplazan la creatividad humana o
que, por el contrario, la mejoran. Si el modelo pasa a ser “Yo lo
Pienso; lo Imagino; se lo Pido a la Chat GPT y la Chat GPT lo Crea”,
entonces la clave ya no está en la destreza técnica para manejar un
programa o una herramienta sino en la capacidad de imaginar. Si, hay
profesiones que tienen sus días contados, como siempre ha pasado a lo
largo de la historia. Al mismo tiempo surgirán nuevas profesiones,
algunas incluso con fecha de caducidad como Prompt Engineer (encargados
de dar instrucciones a las IA para que produzcan mejore resultados).
Tenemos mucho que aprender aun, igual que Chat
GPT. Pero si coincidimos en que ahora resulta un avance espectacular,
imaginemos cómo será cuando mejore.
El 7 y el 21 de
febrero, en Cadabra la
magia de aprender, dentro de Abra Laboratorio de Aprendizaje realizaremos
una sesión sobre “Qué es la inteligencia” con Sergio Mora y “Organizaciones Inteligentes” que dirigiré
yo.
El 16 de febrero en San
Sebastián impartiremos la conferencia inaugural del Rethink Industry 2023 “Hacia un mundo de organizaciones inteligentes” organizado por la Diputación Foral de
Gipuzkoa.
El 20 de febrero
estaremos en Sevilla para hacer un taller sobre “Conocimiento Crítico”
en el marco del programa Embajadores del Conocimiento de la Junta de
Andalucía https://ws168.juntadeandalucia.es/iaap/gestiondelconocimiento/
El 22 de febrero daremos
inicio al curso virtual de 5 sesiones “Gestión del conocimiento crítico para la continuidad de las
empresas guipuzcoanas” organizado por la Cámara de Gipuzkoa.
|